Carta lúgubre.
(Que bien
puede ser carta de suicidio u obituario)
A quién
interese:
Escribo las que serán
mis últimas palabras, porque soy igual de vanidosa que los demás y por unos instantes quiero ser el centro de atención.
Estoy cansada de buscar
algo sin saber qué es, de sonreír a la fuerza y de llorar con ganas. La vida me enseñó muchas cosas, me dio y me quitó, me
abrió caminos y me cerró puertas, me hizo soñar y me hizo perder la fe, me dio todo…pero yo siempre quise más! Y esa
es mi frustración.
Por eso he decidido
que esta noche es la última, que para mí, mañana será para siempre y que ya nunca me sentiré cansada. Se me acabó el camino
y escogí la salida más fácil.
Y ya se que cuando
no esté, todos dirán que fui la mejor, que no entienden qué me pasó, pero ninguno se atreverá a decir que fui tan cruel como
bondadosa, o que el rencor me carcomía el corazón, que jamás olvidaba una ofensa y esperaba con asías el día de vengar hasta
una mala mirada; nadie dirá nada de mi carácter impulsivo, de mis caprichos, de mi soberbia y falta de humildad…que
al final del día venían siendo lo mismo, porque la verdad no hay muerto malo, todos terminamos siendo aprendices de santos.
Por eso dejo esta carta,
para decir que ya no busco más, que ya no espero más de esta puta vida que solo sabe hacer sufrir y que cobra con intereses
altos cada minuto de felicidad que presta. No me di por vencida, simplemente terminé de jugar y ahora quiero ser espectadora,
sin tener la esperanza de volver a empezar.
Gracias a aquellos
que se tomaron la molestia de conocer quién era yo en realidad y por callarse, y mentirme al decirme en vida que fui lo mejor!!!
