Decía Roque Dalton... "todo
mundo sabe que los Salvadoreños somos pendejos... pero un Chapín no puede decírnoslo, pues es nuestro secreto guardado
a voces"
A veces es necesario hacer
patria, limpiándose el culo con la bandera, pues es necesario un poco de autocrítica, pero un alienado malinchista no puede,
ni debe decirlo.
Horacio Moya, el escritor de
este libro partió de San Salvador a Canadá allá por el 79, jurando regresar a El Salvador solo de ser necesario, hoy
vive su vida en España o Barcelona, Escribe... o intenta hacerlo de una forma negra.
El Asco, narra las peripecias
de un salvadoreño radicado en Canadá y nacionalizado Canadiense que no había regresado a San Salvador en 18 años... que
tiene esto de raro, nada. Ya que es el pan de cada día de muchos Salvadoreños radicados en el extranjero. Vega o Thomas Bernhard,
como se llama este curioso personaje ha regresado al país en busca de una herencia, por la muerte de su madre, Vega había
jurado no regresar a El Salvador jamás... En su vida (curioso igual que el escritor) pero al hacerlo se encuentra con el pueblo
mas peleado con el arte y la cultura del mundo.
Se encuentra que le da asco
beber pilsener, comer conchas, pupusas o cualquier platillo que no sea... Wiski pues en toda la novela el sujeto no
come nada, algunos sospechan que lo único que se le antojaba era un pene erecto, ya que el personaje de Vega es totalmente
Homosexual, resentido, malichista, criticón, desesperante e ignorante. Siendo que el tipo es un estudiante de las culturas
y el arte, debería de saber que este tiene muchas manifestaciones.
Por lo que se sospecha que
el personaje de Vega es el lado Joto del escritor, debido a las coincidencias, pero quien soy para juzgarlo, en fin como ignorante
yo solo lo lei y saque mis conclusiones, riñéndome con la cultura.
Por eso el Asco me quedó corto.
Dedicado a los malinchistas besa extranjeros. (Flores, Saca, Gochez)